Organizaciones urgen al Estado chileno avanzar reformas a la Ley de sociedad conyugal
- Hace 16 años el país se comprometió a derogar legislación discriminatoria en contra de las mujeres, en el marco de un acuerdo de solución amistosa del caso de Sonia Arce Esparza.
Santiago, Chile, 26 de abril de 2023. En el marco del caso de Sonia Arce Esparza, que se tramita ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) , la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, junto al Subsecretario de Derechos Humanos Xavier Altamirano Molina, el Director de la División de Derechos Humanos Tomás Pascual Ricke, Oliver López Serrano, Jefe Departamento Sistema Interamericano de Derechos Humanos; ambos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la Jefa del Departamento de Reformas Legales Camila de la Maza Vent, Anita Peña Jefa de Relaciones Internacionales; ambas del Ministerio de la Mujer y Daniela Quintanilla Mateff, Jefa de la División de Protección de la Subsecretaría de Derechos Humanos se reunieron con la sra. Sonia Arce y sus representantes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Mariángeles Misuraca, Co-directora del Programa para Brasil y Cono Sur del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Camila Maturana Kesten y Paula Salvo Del Canto, directora y abogada de Corporación Humanas, respectivamente, para escuchar y evaluar la ruta de trabajo que propone el Estado chileno, que permita avanzar en las reformas a la ley de sociedad conyugal, legislación que en la actualidad contiene disposiciones discriminatorias en contra de las mujeres. El caso que tramita ante la CIDH cuenta con un acuerdo de solución amistosa firmado por el Estado chileno en 2007 en el cual el Estado se comprometió a modificar esta legislación y asegurar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
“Se trata de un caso de fuerte discriminación y afectación del derecho a la igualdad de las mujeres” señaló Mariángeles Misuraca, recordando cómo en 2001 la señora Arce acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a que se vio imposibilitada de tomar decisiones sobre un terreno que heredó de sus padres, dado que la ley establece que es el marido quien administra los bienes de la sociedad conyugal. “Han pasado más de 20 años desde que la Sra. Arce se presentó ante la CIDH y 16 desde que el Estado se comprometió -mediante un acuerdo de solución amistosa- a reformar esta legislación discriminatoria”.
Igualmente, vemos con optimismo esta reunión con altas autoridades de los diferentes organismos del Estado chileno que, por un lado, han manifestado su compromiso para cumplir con sus obligaciones internacionales y por otro, han ofrecido disculpas a la señora Arce por el tiempo transcurrido. No hay que perder de vista que a nivel internacional el Estado responde como un todo, tanto sea ejecutivo, judicial o legislativo, ante los organismos internacionales. Así que, más allá del impulso que pueda dar el poder ejecutivo, se necesita compromiso y acciones concretas del poder legislativo para modificar una legislación vetusta, discriminatoria y violatoria del derecho de igualdad y así saldar una deuda con la señora Arce y con todas mujeres chilenas.
Camila Maturana, directora de Corporación Humanas, considera muy importante que se reanude el debate sobre sociedad conyugal en el Senado, pues se trata de una ley que discrimina a las mujeres subordinándolas a sus maridos y limitando gravemente su autonomía. “En pleno siglo XXI es inaceptable que se niegue a las mujeres casadas la capacidad de administrar y disponer de sus propios bienes en lugar de asegurar la igualdad entre los cónyuges. Habiendo transcurrido 16 años desde este compromiso formal, ha sido demasiado lenta la tramitación del proyecto de ley por lo que esperamos este año se pueda concluir el debate y contar con una ley que proteja a las mujeres”.
En dicha reunión, Sonia Arce señaló que tiene la confianza y la esperanza que la ley se va a modificar. “Recuerdo como si fuera ayer que con mi hermana no pudimos vender la casa que heredamos de nuestros padres porque el marido se negaba. Estábamos atadas de manos, además en esa época los temas de las mujeres eran como de segunda clase”. Para terminar agregó que “a pesar del tiempo que ha pasado todavía hay muchas mujeres que en la actualidad enfrentan la misma discriminación que nosotras vivimos y por eso espero que este caso sirva para todas las mujeres en Chile”.
Los dos puntos principales del Acuerdo de Solución Amistosa Caso N° 12.433 Sonia Arce Esparza v.s Chile, suscrito el año 2007 comprometen la derogación de las normas que establece la discriminación de las mujeres en el régimen de sociedad conyugal y la modificación de las prácticas instaladas en base a la histórica discriminación legal de las mujeres casadas en sociedad conyugal.