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13 de agosto de 2019 Comunicado de Prensa

Informe revela que ataques a pueblo indígena miskitu en Nicaragua lo pone en riesgo de desaparición

San José, 13 de agosto de 2019.- El daño ocasionado por la invasión del territorio miskitu y la falta de acción del Estado para remediarlo podría conllevar a su completo exterminio. Así lo señala el reciente informe lanzado por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) bajo el título “Resistencia miskitu: una lucha por el territorio y la vida”.

El reporte destaca que la falta de acción estatal para prevenir y sancionar los ataques de los colonos o invasores de tierras en las comunidades indígenas, ha creado un clima de impunidad. Éste propicia que las agresiones se mantengan y las comunidades se encuentren en una grave situación de vulnerabilidad y abandono. 

“Desde CEJIL buscamos visibilizar esta problemática y su gravedad, para que el Estado de Nicaragua dé una salida lo más pronto posible. Es inminente que den una respuesta, pues, de lo contrario, la cultura indígena miskitu está en un riesgo irreversible de ser extinguida”, expresó Marcela Martino, sub directora de la organización que acompaña las demandas del pueblo indígena ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. 

“Nuestra resistencia colectiva es ancestral, porque un miskitu sin tierra no es miskitu. De la tierra venimos y a la tierra vamos y por eso es importante contar con nuestro territorio. Éste tiene un valor sagrado para nuestra vida, identidad y cultura”, expresó Constantino Rommel, de la comunidad de Francia Sirpi, ubicada al norte del país.

La crisis que arrastran desde hace años, ha dejado decenas de asesinatos, secuestros, agresiones físicas y sexuales. Asimismo, ha generado el desplazamiento interno de cientos de personas, que han abandonado su territorio y su comunidad para mantenerse a salvo de las amenazas, ejercidas por colonos que toman los territorios por la fuerza para la explotación minera, forestal, monocultivos y ganadería.

“Hemos buscado que el Estado solucione esta situación de distintas maneras, y aún no hay atención a nuestra problemática. Mientras, las personas de nuestras comunidades enfrentan la hambruna, la violencia, el desplazamiento. La tierra para nosotros es la fuente de alimentación, pero también un territorio sagrado, desde donde emana nuestra espiritualidad”, expresó Lottie Cunningham, presidenta del Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN), organización que acompaña a los pueblos indígenas miskitus en sus demandas a nivel nacional e internacional.

El informe, presentado en conjunto con la comunidad nicaragüense en el exilio, se construyó a partir de años de seguimiento a la problemática y entrevistas directas con las poblaciones de los territorios en riesgo. 

En concreto, CEJIL exige a Nicaragua que cumpla con las medidas ordenadas por los órganos internacionales y que inicie cuanto antes un proceso de saneamiento de los territorios, priorizando el traslado de los colonos a sus lugares de origen.

También indica la necesidad de adoptar, todas las medidas necesarias para garantizar el retorno de las familias desplazadas a sus comunidades de origen y el Estado les asegure el acceso a servicios de salud, educación, agua potable, alimentación y vivienda.

A su vez, el reporte solicita al Estado de Nicaragua que investigue, juzgue y sancione de forma exhaustiva e imparcial todas las denuncias de violaciones de derechos humanos, cometidos contra las comunidades miskitas.