
El Estado chileno avanza en la entrega de tierras a la familia de Alex Lemun: joven mapuche asesinado por Carabineros
- La entrega representa un avance en el cumplimiento de las medidas de reparación ordenadas por la CIDH y de los compromisos asumidos por el Estado chileno.
- Álex Lemun tenía 17 años cuando, en 2002, fue asesinado por Carabineros, en el marco de un operativo destinado a reprimir y dispersar una acción de reivindicación territorial mapuche.
El pasado 13 de marzo, en Temuco, Chile, en el marco del cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso Edmundo Alex Lemun Saavedra vs. Chile, se llevó a cabo un acto de firma de escrituras para la entrega de tierras a la familia Lemun Saavedra. Esta acción representa un avance en la reparación integral de la familia, en cumplimiento de las recomendaciones de la CIDH.
El acto contó con la participación de familiares de Alex Lemun, la Ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro Cáceres; funcionarios nacionales y locales de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI); integrantes del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), del Centro de Investigación y Defensa Sur (CIDSUR), representantes de las víctimas ante la justicia nacional, y del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), organización que representa a las víctimas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Hemos avanzado bastante, pero aún falta mucho. No ha sido fácil porque la herida todavía sigue ahí. Ojalá se agilice esto para que se termine este caso, la familia descanse y nuestro hermano también”, afirmó Juan Lemun, hermano de Alex durante el acto.
El caso de Alex Lemun evidencia el uso desproporcionado de la fuerza por parte de agentes estatales, como medio de represión de protestas sociales pacíficas y de reclamos del pueblo mapuche. Este caso es también un recordatorio ineludible de la necesidad de justicia, del respeto a los derechos de los pueblos originarios y del deber irrenunciable del Estado de garantizar que hechos como este no se repitan.
“En primer lugar, desde CEJIL expresamos nuestro reconocimiento a la familia de Alex Lemun, símbolo de lucha, paciencia y perseverancia en la búsqueda de justicia. La restitución de tierras es un paso fundamental hacia la reparación integral de la familia y el cumplimiento del acuerdo ante la CIDH. Apreciamos el compromiso del Estado y alentamos a avanzar hacia el cumplimiento total de las obligaciones asumidas “, señaló Mariángeles Misuraca, codirectora del Programa por Brasil y el Cono Sur de CEJIL.
Los procesos de adquisición continúan ante la CONADI, con el objetivo de entregar la totalidad de hectáreas a las que se comprometió el Estado de Chile. “La convicción que tenemos como CONADI es que tenemos que cumplir con este mandato, no solo porque es un acuerdo, sino porque representa mucho de lo que nosotros queremos en materia de derechos indígenas: que estas circunstancias no se repitan y que estén las vías institucionales para que las demandas territoriales se puedan procesar”, afirmó Álvaro Morales Marileo, director nacional del CONADI.
Alex Lemun Saavedra tenía solo 17 años cuando fue asesinado por un disparo de un Comisario de Carabineros de Chile, en el contexto de un operativo destinado a reprimir y dispersar una acción pacífica de reivindicación territorial del pueblo mapuche, el 7 de noviembre de 2002. En medio de la represión, el Mayor Comisario Marco Aurelio Treuer Heysen disparó su arma de fuego, impactando a Alex en la cabeza. Tras permanecer cinco días en coma, Alex falleció, dejando un profundo dolor y un legado de resistencia. Su comunidad adoptó su nombre en homenaje póstumo.
El camino hacia la justicia ha sido largo y doloroso. Inicialmente, la investigación estuvo a cargo de la justicia militar, que llevó adelante un proceso que careció por completo de las garantías judiciales fundamentales y que finalizó con el sobreseimiento del oficial Treuer Heysen. Frente a esta situación de impunidad, en el año 2009 CEJIL asumió la representación de la familia ante la CIDH. Ocho años después, la CIDH emitió su informe de fondo, condenando al Estado chileno por violaciones a los derechos humanos y ordenando medidas de reparación y garantías de no repetición.
En 2018, a través de un acuerdo de cumplimiento, el Estado chileno reconoció su responsabilidad internacional por el asesinato de Alex Lemun y se comprometió a reparar integralmente a la familia, así como a adoptar medidas para prevenir el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Ese mismo año, el caso fue reabierto por la justicia ordinaria chilena y, en noviembre de 2022, el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Angol condenó a siete años de cárcel al coronel retirado Treuer Heysen por el delito de homicidio simple por el asesinato de Alex.
“Estamos hoy en día avanzando, pero después de muchísimos años. Creo que una de las primeras cuestiones que tenemos que reconocer es que si estamos dando este paso es gracias al trabajo que ha hecho la familia, por la lucha por verdad y justicia, por reparaciones”, explicó la ministra Javiera Toro Cáceres.
Por su lado, Andrea Cantuarias van der Veen, abogada de la División de Derechos Humanos de la Cancillería destacó: “La inquebrantable lucha de la familia Lemun por la memoria, la justicia y la retención ha sido el motor que nos ha permitido llegar a este momento. Su firmeza y convicción ha sido un ejemplo para todos quienes hemos participado en el proceso, desde sus inicios hasta el fin”.
A pesar de los avances en las medidas de reparación, aún persisten desafíos para cumplir plenamente con las recomendaciones del organismo interamericano. Entre ellos, se encuentra la revisión de la normativa sobre uso de la fuerza –con participación activa de la sociedad civil y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)–, para adecuarla a los estándares internacionales. También mantiene el compromiso de producir información de carácter público sobre diversos aspectos relacionados con el uso de la fuerza, incluyendo las muertes que ocurran como consecuencia de esto en el contexto de manifestaciones.