Autoridades guatemaltecas reconocerán su responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos de la Familia Ramírez Escobar
- Osmín Ricardo Tobar Ramírez y su hermano J.R. fueron separados de sus padres en 1997 cuando tenían 7 y 2 años, respectivamente. Después de catorce años, parte de la familia biológica logró reencontrarse.
San José, 09 de julio del 2024.- El viernes 12 de julio, se llevará a cabo el acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional y disculpas públicas, en el marco del cumplimiento de la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), dictada en marzo de 2018, en el caso Ramírez Escobar y otros vs. Guatemala.
Durante este espacio, el Estado de Guatemala reconocerá su responsabilidad por los hechos y las violaciones cometidas a los derechos humanos de Osmín Ricardo Tobar Ramírez, su hermano J.R. y sus padres biológicos, Flor de María Ramírez Escobar y Gustavo Tobar Fajardo. Además, este contará con la presencia de sus familias y las organizaciones que les acompañan; así como las más altas autoridades del país.
En este caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló que el reconocimiento de responsabilidad internacional por parte del Estado puede representar una satisfacción parcial para las víctimas, por lo que es necesario disponer de la realización de un acto público de reconocimiento, con el fin de reparar el daño causado a las víctimas y de evitar que hechos como los de este caso se repitan.
Así, el acto de reconocimiento se realizará a las 12:00 m.d. hora Guatemala, en el Patio de la Paz del Palacio Nacional ubicado en 6 calle y 7 avenida, zona 1. Será abierto al público, sujeto a un límite de aforo, y contará con transmisión en vivo a través de las redes sociales.
Sobre el caso:
Osmín Ricardo Tobar Ramírez y su hermano J.R. (de 7 y 2 años, respectivamente, al momento de los hechos) fueron separados arbitrariamente de sus padres en 1997, a través de un proceso de declaración de abandono violatorio del debido proceso. Posteriormente fueron institucionalizados, sin que se tomara en cuenta su interés superior, y luego separados y entregados en adopción a dos familias estadounidenses. Catorce años después, Osmín pudo reencontrarse con su familia biológica, gracias al esfuerzo de estos últimos.
En la sentencia dictada por la Corte IDH en marzo de 2018, el Tribunal concluyó que “estas adopciones se dieron en el marco de un contexto en el cual la debilidad institucional y la flexibilidad normativa facilitó la formación de redes y estructuras de delincuencia organizada dedicadas al negocio de las adopciones irregulares”. Asimismo, estableció que Osmín Ricardo y J.R. son solo dos, de las 30 mil niñas y niños guatemaltecos que, se estima, fueron dados en adopción internacional entre 1977 y 2008.
Según la sentencia, estas adopciones “se dieron dentro de un marco de corrupción, en el que un conjunto de actores e instituciones públicas y privadas operaban bajo el manto de la protección del interés superior del niño, pero con el real propósito de obtener su propio enriquecimiento”.
El acto de reconocimiento se enmarca dentro de las medidas establecidas por la Corte IDH. Además, dictó una serie de medidas de reparación y de no repetición que se encuentran en proceso de cumplimiento, incluyendo: la restitución de los vínculos familiares, la investigación de los hechos y delitos cometidos, el fortalecimiento de la supervisión y control de la institucionalización de niñas y niños, la elaboración de un documental audiovisual sobre el caso, entre otras.
Las organizaciones representantes del caso ante la Corte IDH son: el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional y El Refugio de la Niñez.