25 de mayo de 2021 Blog Por

Mujeres periodistas y violencia sexual: no es hora de callar.

Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Conflicto Armado en Colombia: a más de dos décadas de los hechos del caso Jineth Bedoya

Por:

Viviana Krsticevic, Directora Ejecutiva CEJIL
Jessica Ramírez, Abogada CEJIL

 

Ser periodista en Colombia es una labor de alto riesgo.  Para las mujeres periodistas, informar significa exponerse a un posible escenario de violencia sexual, pues ello se ha utilizado de manera estratégica como forma de silenciamiento, intimidación y control.

Este 25 de mayo, Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado en Colombia, queremos poner el foco en las periodistas, particularmente aquellas que a través del periodismo ejercen la labor de defensa de derechos humanos, informando y alertando al público sobre la corrupción y las violaciones a derechos humanos, aquellas que a través de su trabajo sacan a la luz las atrocidades que algunos buscan ocultar del escrutinio público.

Particularmente acompañamos la lucha incansable de Jineth Bedoya. Estas últimas dos décadas ilustran la persistencia de los hostigamientos a las mujeres periodistas por informar sobre todo tipo de violencia, incluyendo la violencia de género, la violencia policial y hasta la violencia medioambiental.

Bedoya Lima, fue secuestrada en la puerta de la cárcel Nacional la Modelo el 25 de mayo de 2000, en Bogotá y sometida a actos de tortura y violencia sexual en retaliación a su destacada labor periodística en torno a las atrocidades que se cometían en la cárcel Modelo. Su secuestro y vejamen fue precedido y sucedido por amenazas de muerte y de violencia sexual, y perpetuado por una sorda impunidad.

A través de sus investigaciones, Jineth evidenció las graves violaciones a derechos humanos y corrupción dentro de la prisión que involucraban a todos los actores armados del conflicto, incluyendo paramilitares y agentes estatales. A pesar del atroz intento de silenciamiento que fue el secuestro, tortura y violencia sexual en su contra, Jineth continuó vinculada a la cobertura de orden público, a los reclamos de dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual y otros temas de interés nacional. Con el paso del tiempo, Jineth asumió un papel de gran relevancia en la defensa de los derechos de las mujeres con el impulso de la campaña “No es hora de callar”, donde Jineth acompaña y amplifica la voz de miles de mujeres sobrevivientes de violencia sexual.

Pese a sus esfuerzos, su caso continúa en la impunidad. La falta de avances en la justicia nacional en su caso derivó en un proceso que está bajo el conocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el más alto Tribunal en materia de derechos humanos en la región. Luego de haber cerrado la etapa oral en el proceso con una audiencia pública, la Corte Interamericana dictará una sentencia en los próximos meses donde abordará diversos patrones de violencia e impunidad que sin duda extenderán el alcance de su decisión a millares de mujeres víctimas de violencia sexual en el país.

Esto es muy relevante porque el silenciamiento de periodistas y la violencia persisten. Ellos han caracterizado la respuesta a las actuales protestas sociales en el país. Varias fuentes nacionales e internacionales han registrado incidentes en los que la fuerza pública ha respondido de manera excesiva durante las protestas. Así, la FLIP ha documentado una multiplicidad de ataques contra la prensa que cubre las protestas y la violencia contra mujeres.

La violencia en el marco de las protestas está presente tanto en el espacio virtual como en las calles, se ha evidenciado además el uso de la violencia sexual por parte de la fuerza pública que utiliza este tipo de violencia como un arma más de represión y para disuadir una disidencia amplia. Históricamente, en Colombia los delitos de violencia sexual se mantienen en una situación de impunidad casi absoluta.

La deuda insoluta hace que las reparaciones que eventualmente dicte la Corte Interamericana en el caso de Jineth Bedoya generen expectativas para el contexto actual colombiano que requiere de mejores herramientas para garantizar la dignidad de las víctimas de violencia, la libertad de expresión y la justicia. La Corte Interamericana tendrá la oportunidad de analizar la violencia diferenciada que sufren las mujeres periodistas, el rol esencial que ellas juegan en el debate público y establecer medidas de reparación que permitan que las mujeres que comunican puedan ejercer su labor en libertad. Parte de ello, consiste en superar los altísimos niveles de impunidad que perpetúan la violencia contra la mujer, obstaculizan la participación de las mujeres en el debate público, así como el derecho de la sociedad de escuchar voces de mujeres periodistas y el futuro de millares de jóvenes que marchan motivadas por su indignación y sus sueños.

Este 25 de mayo, en el aniversario de los hechos del caso de Jineth Bedoya, -que debido a la incansable lucha de Jineth se ha transformado y resignificado como el Día Internacional de la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Conflicto Armado- continua vigente el urgente reclamo por justicia, por el respeto a la dignidad de todas, por la libertad para hacer periodismo, protestar y por vivir libres de cualquier tipo de violencia, incluyendo la violencia sexual.