4 de junio de 2021 Blog Por

La CIDH visitará Colombia: ¿qué esperamos desde la sociedad civil?

Por: Viviana Krsticevic y Florencia Reggiardo

Hace apenas unos días, y luego de cambiar de opinión, el Estado colombiano informó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que autorizaría su visita de trabajo al país del 8 al 10 de junio de 2021. A su vez, el Gobierno afirmó que en consecuencia no esperaría a que se celebre una audiencia pública el 29 de junio teniendo en cuenta la presencia en terreno. La presión nacional e internacional, y la continuidad de las protestas y represión generaron un cambio de la postura inicial del Gobierno que había generado gran alarma pues existen pocos precedentes de negativas o falta de respuesta a las solicitudes de visita in loco en el histórico de la CIDH. Entre los que se encuentran recientemente los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. De hecho, en el caso de Venezuela, frente a la denegatoria de entrada del Gobierno al país en 2019, la CIDH se reunió con centenares de personas en Colombia con la anuencia del Gobierno.

Finalmente, este fin de semana aterrizara en Bogotá una delegación de la Comisión Interamericana encabezada por su presidenta, la chilena Antonia Urrejola, para realizar una visita de trabajo al país. En principio iría acompañada por dos comisionados, Joel Hernández García y Edgar Stuardo Ralón Orellana, mexicano y guatemalteco respectivamente, los titulares de las relatorías especiales de Libertad de Expresión, Pedro Vaca Villarreal y Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), Soledad García Muñoz y un amplio equipo de secretaría.

La visita presenta una oportunidad para evidenciar lo ocurrido en las últimas semanas, zanjar algunas discusiones sobre el alcance de la protección de los derechos, generar espacios de diálogo e interlocución y pensar en soluciones de corto y mediano plazo a los problemas evidenciados por las protestas.

Un poco de antecedentes: la CIDH ha realizado millares de visitas a lo largo y ancho del continente con el propósito de promover y proteger los derechos humanos. Las visitas in loco o in situ a los países, surgen de los artículos 53 a 57 de su reglamento y requieren la invitación o la anuencia del Estado. Este mecanismo implica que toda la Comisión, se traslada a un país en específico para monitorear la situación general de derechos humanos o alguna temática en particular para recolectar información de primera mano y evaluar el cumplimiento de las obligaciones internacionales en derechos humanos por diversas instituciones del Estado y efectuar recomendaciones sobre políticas, prácticas o para la resolución de situaciones concretas. Generalmente las visitas in loco culminan con un comunicado de prensa, seguido luego por un informe. Por otro lado, están las visitas de trabajo, como la que se realizará a Colombia, que son sumamente comunes en el marco del monitoreo y la promoción de derechos de la CIDH y, si bien pueden y suelen tener alcances similares a las visitas in loco, en las visitas de trabajo participan solo algunas-os de las-os integrantes de la CIDH, a veces se enfocan en el estudio de temas específicos y, al menos en la práctica, no necesariamente se produce un informe final, aunque generalmente se hacen conferencias de prensa, se emiten comunicados y tareas de seguimiento.

A lo largo de su historia la CIDH ha realizado al menos 102 visitas in loco a los diferentes países de nuestra región. Entre las más conocidas y de gran impacto se encuentra la visita in loco de la CIDH a Argentina en 1979, durante el régimen militar del General Videla, pero también hay numerosos ejemplos que demuestran como desde el 1961 la CIDH ha visitado los países de nuestra región en el marco del cumplimiento de sus funciones. Situaciones de la gravedad y características como las que atraviesa Colombia hoy en día han ameritado tanto visitas in loco como visitas de trabajo de la CIDH y visitas académicas de diferentes relatores-as de la CIDH. Así, por ejemplo, el año pasado la CIDH realizó una visita in loco a Chile a raíz de las protestas y represión policial donde realizó numerosas declaraciones de prensa y aunque indicó que emitiría un informe final, aquel aun no fue publicado. También, en noviembre 2020 la CIDH realizó una visita de trabajo a Perú en el contexto de las protestas sociales y emitió un comunicado de prensa con la información allí recogida.

En este sentido, no sorprende el interés de la CIDH de visitar el país, dados los problemas recurrentes de violencia e impunidad, y la ola de protestas y represión estatal que se evidenciaron en 2019 y se magnificaron en el último mes. Hasta el momento Colombia ha tenido apertura a las visitas de la CIDH. Así, el Estado colombiano facilitó 7 visitas in loco y 9 visitas de trabajo al país en 1980, 1990, 1992, 1997, 2001, 2012, 2014, 2015 y 2018, incluso en momentos de mucha complejidad como la que se atraviesa ahora. En 2018, la CIDH sesionó en Colombia y en 2019 la Corte Interamericana de Derechos Humanos tuvo audiencias de seguimiento de varios casos con sentencia en el país.

La agenda de la visita la determina la CIDH y cuenta con el apoyo del Gobierno y de la sociedad civil para hacer puentes con la institucionalidad, víctimas, organizaciones, y sectores sociales clave. Lo ajustado de la agenda implica un gran desafío para la CIDH que deberá decidir que espacio le brinda a diferentes interlocutores. Esto es clave para asegurar que se visibilicen las dinámicas diferenciadas de violencia, discriminación, uso de la fuerza, limitaciones en las garantías de manifestantes, periodistas, pueblos indígenas, etc. Así como para que se haga una lectura de estas situaciones en el marco de problemas recurrentes en la garantía de derechos que han marcado al país, como por ejemplo, la violencia contra líderes-as sociales, el uso abusivo de las facultades de inteligencia, la impunidad de las amenazas y la violencia sexual, entre otros.

Como sociedad civil, colaboramos con la CIDH en la construcción de lo que será su visita acercando información de relevancia sobre lo que está ocurriendo, permitiendo que las diversas voces de las víctimas sean escuchadas, realizado solicitudes a la CIDH sobre las consecuencias en derechos humanos de lo documentado y recomendando rutas para dar respuesta a los problemas coyunturales y a los estructurales desde el mandato de la CIDH. Por ello, esperamos que la CIDH retome recomendaciones realizadas en otros informes y evaluaciones del órgano de protección y la Corte IDH, así como por varios espacios de Naciones Unidas.

Es importante tener presente que se trata de un proceso en curso que no culminará con el fin de la visita el 10 de junio próximo, por lo que será importante continuar aunando esfuerzos después de ello para darle el seguimiento merecido a este espacio y así lograr que esta visita colabore a que las violaciones a derechos humanos ocurridas en el último casi mes y medio se detengan y no vuelvan a repetirse.

En este sentido, una de las peticiones de muchos sectores académicos, de liderazgos en derechos humanos y desde organizaciones es que la CIDH aliente al establecimiento de una respuesta reforzada que incluya mayor monitoreo y diálogo, así como el impulso de un grupo de personas expertas independientes como el que acordó frente a las protestas en Nicaragua, la represión en Bolivia o las desapariciones de los estudiantes en Ayotzinapa, México.

Pueden conocerse y seguirse los detalles de la visita en los siguientes links y cuentas de twitter:

https://www.oas.org/es/CIDH/jsForm/?File=/es/cidh/actividades/visitas.asp

https://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados.asp

https://twitter.com/CIDH

https://twitter.com/totonia68

https://twitter.com/JoelHernandezG

https://twitter.com/StuardoRalon

https://twitter.com/PVacaV

https://twitter.com/solgmunoz

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