10 de septiembre de 2021 Blog Por

Gracias Wilfredo

 

Por Gisela De León

Directora Jurídica de CEJIL

 

Querido Wilfredo:

Quienes trabajamos por la defensa de los derechos humanos por la deuda histórica que aún mantiene el Estado salvadoreño con las víctimas del conflicto armado tenemos tanto que agradecerte.

Desde tu trabajo al lado de la Doctora María Julia Hernández en Tutela Legal del Arzobispado en la documentación de las graves violaciones de derechos humanos de aquella época, hasta la constante lucha por la verdad, la justicia y la memoria como socio fundador de Tutela Legal María Julia Hernández.

Desde CEJIL tuvimos la fortuna de trabajar con Wilfredo a lo largo de los años en el litigio en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos del caso de la Masacre de El Mozote y lugares Aledaños, cuya sentencia, emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el año 2012 fue un primer paso hacia la superación de uno de los principales obstáculos para la obtención de justicia: la Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz.

Sin el acompañamiento de Wilfredo desde Tutela Legal a nosotros como litigantes del caso, pero sobre todo a las víctimas, no hubiera sido posible el logro de la sentencia, ni los pasos obtenidos para avanzar en la justicia y reparación para las víctimas. Wilfredo participó en la documentación de los hechos a lo largo de los años, desde las primeras exhumaciones al lado del Equipo Argentino de Antropología Forense, la realización de entrevistas sobre sobre lo que había ocurrido, hasta la localización de las diferentes personas que habían sido afectadas por los hechos.

Se trata de una de las masacres más grandes de la historia latinoamericana, que por años fue negada por el Estado salvadoreño y en la que habían estado involucrados altos mandos del ejército salvadoreño. Su valentía y la de quienes lo acompañaron en esta labor, permitieron que años después el caso fuera llevado al más alto tribunal de justicia de la región y que hoy -a 40 años de los hechos- los presuntos responsables estén siendo juzgados en un tribunal salvadoreño.

El acompañamiento constante de Wilfredo lo llevó a construir una relación de sólida confianza con las víctimas, siempre preocupado por que participaran plenamente del proceso. Ello fue fundamental, cuando fue necesario preparar el litigio ante la Corte y asegurar que el proceso fuera realmente reparador para las víctimas.

Pero los esfuerzos de Wilfredo no terminaron cuando se obtuvo la sentencia de la Corte Interamericana. Él, en conjunto con sus colegas de Tutela Legal y del Equipo de Acompañamiento y de la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El Mozote siguieron trabajando para asegurar que lo ordenado por la Corte fuera cumplido.

Más recientemente, Wilfredo venía acompañando el proceso a nivel nacional para el establecimiento de responsabilidades penales por la masacre, el único proceso que ha tenido avances después de la declaración de inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía.

Gracias por todo Wilfredo. Quienes quedamos continuaremos tu lucha por la verdad, justicia y reparación, reivindicando el legado que nos dejó María Julia.