El Mozote: la esperanza no se rinde ante el olvido
Por María José Araya
Desde CEJIL hemos tenido el privilegio de acompañar esta causa desde hace ya varias décadas; y a lo largo de estos años, hemos visto como muchas voces lamentablemente se han apagado, víctimas que han fallecido sin poder ver cumplido su anhelo de justicia, pero cuyas demandas continúan más vivas que nunca y resuenan en todos aquellos que tenemos el honor de acompañar esta causa. En el Mozote y lugares aledaños, la muerte ha llegado antes que la justicia, pero la esperanza no se rinde ante el olvido.
Hace más de 11 años, en el 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos –el Tribunal de derechos humanos más importante de nuestra región– declaró la responsabilidad internacional del Estado salvadoreño por el ataque sufrido por la población civil y las violaciones a derechos humanos perpetradas por la Fuerza Armada salvadoreña en El Mozote y lugares aledaños. La Corte además ordenó al Estado investigar los hechos, identificar y juzgar a los responsables; y aunque han existido algunos avances – a diferencia de los tantos otros casos que siguen paralizados-, estos no han sido suficientes. A la fecha,ninguna persona ha sido juzgada, ni mucho menos sancionada, por los graves crímenes cometidos y el proceso penal no ha avanzado más allá de la fase de investigación.
El caso de El Mozote es el asesinato masivo más grande conocido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y registrado en América Latina en la historia reciente y su sentencia sentó precedentes para que hechos similares no vuelvan a repetirse en nuestra región. No obstante, 42 años después de ocurridas los hechos, el Estado salvadoreño continúa obstaculizando el acceso a la justicia y a la reparación integral de las víctimas de estas graves violaciones.
Conocer la verdad histórica, mantener y defender la memoria y hacer justicia no es una opción, es un imperativo urgente para reparar las graves violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno en El Salvador. Hoy recordamos, con dignidad y esperanza, aquellas vidas arrebatas y sueños interrumpidos. Hoy reafirmamos nuestra lucha por la memoria colectiva y la justicia en El Salvador, con el propósito de no ceder ante el olvido y la impunidad. Ni ahora, ni nunca.
La paz, la convivencia democrática, el bienestar y la inclusión no pueden construirse sobre cimientos de impunidad, desconocimiento y pretensiones de pasar la página.
Por último, queremos aprovechar este espacio para reiterarles desde CEJIL nuestro compromiso con esta causa y con cada uno y una de ustedes. Desde nuestros espacios continuaremos trabajando para exigirle cuentas al Estado de El Salvador, y para requerirle que garantice los derechos a la verdad, al acceso a la justicia y a la reparación de todas las víctimas y sus familiares. Su lucha valiente e incasable, llena de dignidad y verdad, ha sido y seguirá siendo lo que nos impulsa en este objetivo. Gracias por permitirnos acompañarles.
La justicia para las víctimas de El Mozote y lugares aledaños es luz para las víctimas de la violencia estatal en toda América Latina. La causa de El Mozote es toda América Latina.