Molina Theissen
El 6 de octubre de 1981, Marco Antonio Molina Theissen, de 14 años, y su madre Emma Theissen estaban en su casa, cuando dos sujetos armados entraron al lugar. Antes de irse, sujetaron a Marco Antonio con grilletes, lo metieron en un costal y se lo llevaron en la parte trasera de un pick up con placas oficiales. Fue la última vez que su madre supo de él.
En el contexto del conflicto interno que vivía Guatemala en aquel momento, la familia Molina Theissen era considerada “subversiva” ya que la mayoría de sus miembros habían estado involucrados con grupos críticos al gobierno. Alrededor de una semana antes de la desaparición de Marco Antonio, su hermana Emma Guadalupe —militante de la Juventud Patriótica del Trabajo— fue detenida y mantenida en custodia ilegal. Durante nueve días, Emma sufrió golpes, múltiples violaciones sexuales, fue interrogada y torturada, hasta que logró escapar de la base militar Manuel Lisandro Barillas de Quetzaltenango. La desaparición forzada de Marco Antonio fue una represalia por la huida de Emma y por la actividad política de la familia en general. El caso no es único, sino que representa una oleada de violaciones de derechos a niños y niñas, que se dieron entre los años 1979 y 1983, usados para castigar a sus familiares considerados “enemigos internos” del gobierno.
Tras la desaparición, la familia hizo todo lo que pudo para encontrar a Marco Antonio. Tanto Emma Theissen como su esposo, Carlos Augusto Molina, renunciaron a sus trabajos para dedicarse a la búsqueda de su hijo. Interpusieron varios recursos de exhibición personal ante la Corte Suprema de Justicia de Guatemala y solicitaron un Procedimiento Especial de Averiguación, sin embargo los resultados de todas estas acciones fueron infructuosos.
El 8 de septiembre de 1998 el Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) presentaron una denuncia contra el Estado de Guatemala ante a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En el 2004, el caso fue llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que declaró al Estado responsable de las violaciones sufridas por la familia Molina Theissen y se ordenó, entre otras cosas, investigar efectivamente los hechos con el fin de identificar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales de la desaparición forzada de Marco Antonio Molina Theissen.
Hasta la fecha, el paradero de Marco Antonio se desconoce. La Corte reconoció en su informe de cumplimiento en 2019, los esfuerzos positivos realizados entre 2015 y 2018 en la investigación y juzgamiento penal por las graves violaciones cometidas en este caso. Sin embargo, el Estado debe continuar implementando acciones para concluir el proceso penal en curso e investigar efectivamente los hechos del presente caso, con el fin de identificar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales y dar cumplimiento a las medidas de reparación, que permitan localizar los restos mortales de Marco Antonio.
Está pendiente que Guatemala cree un procedimiento que permita obtener la declaración de ausencia y presunción de muerte por desaparición forzada y adopte medidas para crear un sistema de información genética que permita la determinación y esclarecimiento para la identificación de la niñez desaparecida.
Impacto del caso:
- Se logró que el Estado de Guatemala reconociera parcialmente su responsabilidad por la desaparición forzada de Marco Antonio Molina Theissen.
- La Corte IDH destacó la importancia de que los Estados no se amparen en las figuras de amnistía o de irretroactividad que impidan investigar, identificar y en su caso juzgar a los autores de las graves violaciones de derechos humanos sucedidas durante los conflictos armados.
- La Corte IDH ordenó al Estado crear un procedimiento expedito que permita obtener la declaración de ausencia y presunción de muerte por desaparición forzada, así como adoptar las medidas legislativas, administrativas y de cualquier otra índole que sean necesarias para crear un sistema de información genética.
- El Ministerio Público identificó y acusó a cuatro militares a los que señala como responsables de la desaparición de Marco Antonio.
Fecha de actualización: 14 de febrero 2020